Las ruedas de prensa en el periodismo deportivo tradicionalmente han sido el lugar en el que se produce la interacción entre los jugadores y los profesionales de la información. Un micro, una mesa, cámaras, periodistas, publicididad a raudales -siempre en función de la importancia y el tirón mediático del evento, no todos somos iguales- y un personaje que por una u otra circunstancia se encuentra allí en el centro de todo preparado para, en un principio, atender a las cuestiones y reflexiones que se le planteen durante un tiempo establecido. Eso sería lo normal y ortodoxo.
Sin embargo, no todo siempre tiene por qué seguir un guión previamente establecido. Y en ello influye de manera importante el estado de ánimo y de la propia naturaleza del protagonista en cuestión. La labor del periodista es sacar buenos titulares que vendan a la opinión pública. Pero la última palabra la tendrá, por mucho que nos empeñemos, el protagonista de esta pequeña película que son las conferencias de prensa. Si quiere contestará. Si no, no insistas que no lo hará. Como en todo, hay días buenos y días no tan buenos (que dirían los optimistas por evitar usar el término 'malos').
En este momento me gustaría referirme a uno de esos 'buenos momentos', de los muchos por suerte, que nos han dejado la historia de las ruedas de prensa en el seno de la NBA. Como no podía ser de otra manera, su protagonista tenía que ser uno de esos hombres diferentes, odiado y querido a partes iguales, como Allen Iverson. En su etapa en los Philadelphia 76ers, 'The Answer' estuvo casi igual de inspirado que sobre el parqué en una de sus noches mágicas. Desconocemos el motivo que le llevó a repetir el término 'practice' más de 20 ocasiones en menos de dos minutos y medio. Sea cual fuere el impulso, uno de los iconos del baloncesto a finales de los noventa y principios de la primera década de este siglo, estoy seguro que los medios acreditados no daban crédito a la retaila de redundancias de los mejores anotadores de los últimos tiempos.
Tal fue su impacto que le hicieron un vídeo-homenaje a ritmo de hip-hop en el que se remezcla su histórica intervención con los medios.
Años más tarde en su presentación como nuevo jugador de los Detroit Pistons, volvió a repetir la ya conocida palabra. Iverson, junto al Presidente de la franquicia, el ex jugador Joe Dumars, no pudo evitar esbozar una sonrisa al recordar el momento.
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