El partido que abrió la temporada 2010-2011 tuvo el segundo asalto, de los cuatro que presenciaremos a lo largo de la temporada regular, entgre dos de los más firmes candidatos a hacerse con el título de la Conferencia Este. En esta ocasión el duelo se trasladó del parqué del TD Garden al cálido e ilusionado -este año con más razón que nunca dada la presencia en sus filas del famoso 'Big Three' formado por LeBron, Wade y Bosh- American Airlines Arena de Miami.
Siete partidos después, y como ocurriera el pasado 26 de octubre, la victoria cayó del lado de la franquicia de Massachusetts. A pesar de lo relativamente apretado del marcador (107-112) el choque, como ya ocurriera en el 88-80 del primer asalto entre estos dos colosos de la liga, estuvo dominado por los chicos de Doc Rivers que se fueron al descanso con una cómoda ventaja de 15 puntos (61-46).
Lo cierto es que muchas fueron las razones de una más que merecida derrota de un equipo que no está funcionando tal y como se esperaba. Pero por encima de lo colectivo (que también) del combinado 'shamrock' destacó un nombre propio: Ray Allen. El excelso tirador tuvo uno de esos días calientes desde el 7,25. El veterano escolta anotó sus siete primeros lanzamientos (7/9 finalmente) para terminar el choque con 35 puntos y colocarse, en su decimoquinta temporada como profesional, con la marca de 2.469 tiros convertidos desde la línea de tres. Algo sólo al alcance de unos pocos elegidos.
Pero Ray Allen no estuvo solo. La aportación de los demás integrantes del cinco inicial estuvo a la altura de un partido de tales dimensiones. Paul Pierce destacó con 25 puntos y KG, gran amigo de las dobles figuras, terminó el encuentro con 16 puntos y 13 rebotes. No faltó a la cita el 'playmaker' del equipo: Rajon Rondo. El base suma lección tras lección en cada partido. Y esta vez no pudo ser menos: 16 asistencias para un hombre que acumula 134 pases de canasta en los nueve encuentros disputados (14.3 de media). A pesar de ser uno de esos jugadores -que los hay- capaces de entender el juego sin mirar en ningún momento debido a lo limitado de su capacidad anotadora derivada de acusadas deficiencias en el tiro, siempre nos deja algún detalle que no tiene a un pase imposible que nos traslade a tiempos de 'showtime'.
No ocurrió lo mismo con la 'Dinastía 1-3-6'. LeBron James sigue acudiendo de manera ineludible a su cita con la estadística. Pero eso, como se está viendo, no es sinónimo de victoria. 35 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias y perder el partido no aporta nada. Bueno quizá sí. No sabemos. Por su parte, Chris Bosh de quien estos días se han llegado a escribir barbaridades tales como que pudiera ser objeto de un futuro traspaso (pues sí que dura la paciencia por 'South Beach') más de lo mismo. 15 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias que, para un jugador de su categoría en la liga, no dicen nada. Ni que decir tienen los 8 puntos (2/12 en tiros), 3 asistencias y 1 rebote de Dwyane Wade en los 40 minutos que estuvo en pista.
Cierto que después de ellos hay poco que rascar en un equipo que se encuentra en dos niveles bien diferenciados. Spoelstra tendrá que darles una buena charla, tras hablar previamente con Pat (Riley), porque las cosas no van. Por cierto, esta vez en vez de 14 fueron 10 las pérdidas de balón que sumaron LeBron y Wade...Estamos progresando.
Tras el encuentro, estas fueron las explicaciones en la habitual conferencia de prensa de un Dwyane Wade que no estuvo a la altura de las circunstancias. "Nos queda mucho trabajo por hacer", expresó el base-escolta de los Heat. Razón desde luego no le falta. Nadie pensaría que a estas alturas de temporada contaran con un balance de 5-4 con dos derrotas en casa consecutivas incluidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario