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lunes, 29 de marzo de 2010

El Madrid juega con fuego... y no se quema

Era el plato fuerte de la jornada. A las 21.00 horas, el silbato de Undiano Mallenco daba el comienzo de un nuevo episodio de uno de los clásicos de nuestra liga, el derbi madrileño Real Madrid-Atlético. Las expectativas estaban por las nubes. La victoria del Barça el sábado en Mallorca (1-0)obligaba a los de Pellegrini a conseguir una victoria para mantener el toma y daca por la liga con el eterno rival.
Los blancos no fallaron, pero el 3-2 siembra muchas dudas en torno a un equipo al que sólo le vale la consecución del título de liga para salvar una mediocre campaña.
Todas las quinielas daban por hecha la victoria merengue. Una mezcla entre historia y presente no auguraba nada bueno para los colchoneros. El equipo de Chamartín sólo ha cedido 12 derrotas en los 73 derbis disputados en el Santiago Bernabéu, contando con el encuentro de ayer.
Los blancos sumaron su undécima victoria consecutiva en liga (algo que no ocurría desde la temporada 62/63), aumentando la racha triunfal en la competición doméstica en su campo hasta los quince partidos. Por su parte, los rojiblancos, con su derrota, acumulan once años sin vencer en el feudo madridista (1-3 en la temporada 99/00, año del descenso a segunda división).
Números a parte, el encuentro tuvo dos mitades bien diferenciadas. La primera, de un claro color rojiblanco. La segunda, fue otro cantar. Los de Quique Sánchez Flores saltaron al césped de la Castellana sin nada que perder y con la ilusión hacer un buen papel que complicara la vida a los blancos.
Un gol en el minuto 10 del ex-madridista José Antonio Reyes, metió el miedo en el cuerpo a los madridistas. El tanto del sevillano materializaba unos intensos y peligrosos minutos iniciales de los atléticos. Una vez más, el Madrid comenzaba por detrás en el marcador y se veía obligado a remontar.
Tras la primera media hora de dominio rojiblanco, Cristiano Ronaldo hacía la vida por su cuenta, pero ni sus galopadas ni sus potentes disparos dieron su fruto. En el minuto 41, el lateral diestro Valera fue sustituido por el colombiano Perea debido a un problema muscular (hoy se ha confirmado que se trata de una lesión en elrecto anterior del cuádriceps del muslo izquierdo). De la misma forma, el autor del tanto que daba la victoria parcial a los rojiblancos, se quedaba en el vestuario, igualmente víctima de problemas musculares (en su caso las primeras exploraciones de los doctores confimaron la lesión en el tríceps sural de la pierna izquierda).
Los dos contratiempos, pasaron factura al equipo de Quique. A ello se sumó la salida en tromba de los blancos en la segunda parte, quienes se encomendaron a su pegada, casi tres goles por encuentro, para despertar del sueño a todos los atléticos.
Con 81 tantos en 29 jornadas de campeonato, el equipo blanco está a 27 goles de superar el récord histórico de 107 goles en una temporada, que ostentan los madridistas desde la temporada 89/90 con Toshack en el banquillo.
13 minutos de asedio a la meta defendida por el joven De Gea bastaron para que Xabi Alonso (min 49), Arbeloa (min 55) e Higuaín (min 62) para solventar todos los problemas en su juego.
'Fueron tres goles evitables. Por eso estoy cabreado'. Eso es lo que vino a decir el técnico rojiblanco en rueda de prensa. Acertadas y representativas declaraciones que muestran la pérdida de intensidad de su equipo en los segundos 45 minutos. Como dijo el difunto y símbolo del madridismo Juan Gómez 'Juanito': '90 minutos en el Bernabéu son molto longos'.
Sin embargo, cinco minutos después, en el 67, una chiquilada del mediocentro internacional, Xabi Alonso, deseoso de ver la amarilla que le haría perderse el próximo partido frente al Racing asegurando su presencia en el Clásico del día 10, golpeó el balón con la mano dentro del área. Undiano, pitó la pena máxima pero el vasco no vio la cartulina. Forlán batió a Casillas desde los once metros, poniendo el 3-2 que a la postre se antojaría definitivo.
A pesar de lo apretado del resultado, el Atlético no dio síntomas de mejora. Pellegrini hizo sus tres cambios: Raúl por Van der Vaart, Guti por un silbado Granero y Mahamadou Diarra por el goleador, Higuaín.
Con su gol, el argentino se coloca con 23 dianas, a sólo dos de Messi(25). Quien no tuvo acierto de cara a gol fue Cristiano, quien, pese a su insistencia durante el encuentro, no vio portería, manteniéndose como cuarto mejor goleador de la competición con 17 goles.
Pero el partido dio más de sí que los goles. Todos pudimos presenciar la comentada picaresca de Xabi Alonso y Sergio Ramos para ver la tarjeta amarilla que les haga vestirse de corto en el duelo frente al Barcelona. Finalmente ambos lo consiguieron.
El antiguo jugador del Liverpool, tras la comentada mano que provocó el penalti, cometió una fea entrada que pudo costarle un castigo mayor. Por su parte, el sevillano fue más sutil. Retrasó el saque de una falta en su propio campo, que olbigó al colegiado navarro a mostrarle la amarilla. Una picaresca a la que también recurrió el lateral derecho del Barcelona, Dani Alves, al destinar 17 segundos para efectuar un saque de banda.
Todas las miradas están puestas en el partido que probablamente marque las diferencias en la lucha por el título de liga. El próximo sábado 10 abril (22.00 horas, La Sexta/Autonómicas) se verán las caras en el Bernabéu, Real Madrid y Barcelona.
Una cosa está clara: si el Madrid sigue teniendo que recurrir a la épica en cada partido, se quedará con la miel en los labios un año más.

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