El mate es espectáculo. Es show. Es adrenalina. Para muchos, una forma básica de entender el baloncesto. Desde aquí no se pretende hacer ninguna apología ni exaltación de aquel 'cata-crock' y 'patapám' que pusiera tan de moda Ramón Trecet en sus retransmisiones de los partidos NBA en TVE. En aquellos tiempos en los que sólo la televisión estatal era capaz de emitir el mejor baloncesto del planeta.
Tiempos pasados aparte, lo cierto es que siempre es de recibo ver imágenes como las del vídeo. Se trata de un 'saltarín' en toda regla. Un hombre que, como pide y solicita, no tiene nada que envidiar a las estrellas tan reconocidas de las mejores ligas del mundo y que por su condición tienen la posibilidad de participar en un concurso de mates de un All Star aun mediendo 2,11 o haciendo mates 'ridículos' si los comparamos con los de este chico. Algo le faltará, claró está. Desde luego, no será capacidad de salto.
Ahí no termina la cosa. Todavía queda más de este hombre de 1,90.
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