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lunes, 6 de septiembre de 2010

El clásico sudamericano, a ritmo se samba y tango


Cuando en el mundo del deporte se habla de Brasil y Argentina a un elevado porcentaje de personas le viene a la cabeza un estadio lleno, con un césped resplandeciente, dos porterías y once tipos dispuestos a dejarse la piel en un campo de fútbol. Pero este martes, y sirviendo de precedente, el fútbol en estas dos potencias del balompié estará en un segundo plano. No sólo de fútbol vive el hombre. Afortunadamente. Los Messi, Kaká, Pato, Agüero, Mascherano y compañía dejarán paso a sus homónimos de la canasta. Ellos ya tuvieron su momento en el pasado Mundial de Sudáfrica en el que no consiguieron brillar como se esperaba.

Ahora, nombres como Scola, Splitter, Leandro Barbosa, Delfino, Marcelinho o Prigioni serán los protagonistas de un apasionante duelo en el que la lucha estará servida desde el momento en el que el árbitro principal lance el balón al aire. Esta vez no será en Marcaná o la Bombonera sino sobre el parqué del Sinan Erden Dome de Estambul a partir de las 20.00 horas. En juego, el pase a los cuartos de final de un Mundial. Ahí es nada.

La experiencia de la Generación Dorada frente a la juventud y desparpajo de la incipiente y globalizadora 'verdeamarela'. La templanza y control de un tango contra el ritmo endiablado de un samba. El 'off' de un mate enfrentado al 'on' de una 'caipirinha'. Vecinos geográficos, socios comerciales que, además poseen una forma muy similar de conceptualizar el juego dada la presencia en ambos banquillos de dos técnicos argentinos. Y es que Sergio ‘oveja’ Hernández, actual entrenador argentino, es el heredero desde el verano de 2005 – un cuarto puesto en el Mundial de Japón y un bronce en Pekín ’08 le contemplan- del legado que dejó su compatriota Rubén Magnano quien dirige a la 'canarinha' desde el pasado mes de enero.

Y es que el cordobés, ex entrenador de Varese (Italia) y Caja San Fernando (actual Cajasol) fue el inquilino del banquillo argentino en la época dorada del baloncesto albiceleste. El que fuera Subcampeón Mundial en Indianápolis ‘02 y Campeón Olímpico en Atenas ’04 no niega la evidencia y asegura que será un partido lleno de sentimientos enfrentados. “Viví cosas lindas con la Generación Dorada y enfrentarla es especial. La procesión va por dentro. Oír el himno argentino me deja schokeado, algo que seguramente volveré a sentir” reconoció al diario argentino 'Los Andes', al tiempo que conoce cuál es su misión al frente de la selección brasileña. “El desafío es hacer crecer a un equipo con jugadores talentosos, pero a los que le falta madurar y tener carácter ganador”.

El talento está y ha sido demostrado con creces en los últimos tiempos. Si no, que pregunten al USA Team de 'Coach K' y los apuros que pasaron para doblegarles en la primera fase. A pesar de ello, el encuentro dejó patente la inexperiencia a la hora de disputar finales de partido apretados (erraron siete de sus últimas ocho posesiones), esos momentos en los que el balón abrasa en las manos. Los mismos en los que el más mínimo detalle hace que la balanza caiga de un lado u otro. Este puede ser una de las debilidades en los brasileños. Algo que, sin duda, no se encuentra en el otro lado de la pintura. Y es que si por algo se caracteriza el juego de los argentinos es por su saber estar y el manejo del tempo del partido, materializado en pocas pérdidas de balón, posesiones largas y trabajadas que por lo general, finalizan con buenas selecciones de tiro. Un hecho que, con la Generación Dorada a escasos años del relevo generacional, queda más patente que nunca. “Estos jugadores argentinos tienen más experiencia en partidos de esta clase y eso no se compra", asegura Magnano.

Magnano cruzó por un huequito los más de 1200 km de frontera con Brasil sin olvidar el concepto de baloncesto que le llevó al exito con su país. Y así es el juego de los brasileños: ejecución perfecta del 'pick and roll' a través de la conexión Marcelinho-Splitter con la opción de un hombre abierto (Machado o Alex) y otro hombre exterior que con capacidad de dividir la zona y meterse hasta la cocina (Leandrinho Barbosa).

Marcelinho Machado es a sus 35 años un excelso tirador capaz de conseguir 63 puntos en un partido (16 de 21 en triples) y superar la mejor marca anotadora en un encuentro de Oscar Schmidt, leyenda viva del baloncesto y mejor anotador histórico (49.703 puntos) de este deporte.

A pesar de no ser muy amigo de la zona 2-3 hay muchas opciones de que esta tarde sea el día para romper esa costumbre. Y es que enfrente tiene a sus antiguos ejecutores de este juego basado en el bloqueo directo y continuación con Prigioni y Scola, sin duda el gran peligro de la albiceleste. Tras las sabidas ausencias de Manu Ginóbili y Andrés Nocioni, el 'chino', se he erigido en el líder indiscutible de esta selección con el permiso de un talentoso Carlos Delfino.

El ala-pívot está brillando con luz propia en el campeonato (29 puntos, con cuatro de los cinco partidos de la primera fase con al menos 30 puntos, 8,2 rebotes y máximo anotador histórico de la albiceleste en los mundiales). Sus compañeros lo saben y le buscarán una y otra vez para buscar sus opciones interiores con su inacabable repertorio de movimientos en la pintura y su 'tirito' de tres-cuatro metros. "Darle la bola a Luis es más seguro que tener la plata en un banco", declaraba el ausente 'Chapu' Nocioni. Uno que volverá con muchas ganas será Fabricio Oberto, ausente en varios partidos de la primera fase aquejado de un virus estomacal.

Amigos y rivales en el parqué


La reedición del clásico sudamericano a escala baloncestística nos dejará el reencuentro sobre la pista de grandes amigos que, a buen seguro, aparcarán el buen rollo y camaradería para competir al máximo. Un total de hasta 11 jugadores –si incluimos al lesionado Nocioni que abandonó la concentración hace unos días- que militan o han militado en la liga española medirán sus fuerzas dentro de unas horas. El más esperado será el que vivan las dos últimas estrellas salidas de Vitoria. O lo que es lo mismo, Tiago Splitter y Luis Scola.

El argentino se embarcó en busca del sueño americano hace tres años –recientemente ha firmado la prolongación de ese sueño con los Houston Rockets por cuatro años y 47 millones de dólares- dejando una huella imborrable en el baloncesto ACB. Aventura que ahora inicia el que fuera su escudero en aquel Tau (actual Caja Laboral) vencedor tras fichar con los San Antonio Spurs.

Además de ellos, veremos el duelo entre dos de los mejores directores de orquesta de nuestra liga. Pablo Prigioni y Marcelinho Huertas. Dos maestros del bloqueo y continuación que, junto a Scola y Splitter, estarán dispuestos a darnos otro de sus clinics sobre una cancha de baloncesto. Otro duelo, esta vez con sabor NBA, estará en el perímetro donde la parsimonia y aparente apatía de Carlos Delfino (Milwaukee Bucks) chocará con las incisivas penetraciones y la inspiración desde más allá del 6,25 de ‘Leandrinho’ Barbosa (Toronto Raptors). Oberto (Spurs) y Varejao (‘Cavs’) también vivirán su particular lucha de ex ACB, esta vez en dentro de la pintura.

Por último, destacar los nombres de ‘Pancho’ Jasen, Juanpi Gutiérrez, Paolo Quinteros y Federico Kammerichs (cuatro equipos ACB y uno LEB a sus espaldas) como otros de los grandes conocidos por los aficionados españoles.

El ganador luchará por las medallas


Argentina, segunda del Grupo A, llega al choque tras ceder una sola derrota frente a Serbia (82-84), mientras que Brasil, tercera del Grupo B, sucumbió frente a EE.UU (70-68) y Eslovenia (77-80). Sin embargo, este hecho no influirá de manera significativa en un encuentro donde está en juego estar entre los ocho mejores y, previsiblemente los cuatro –donde a priori esperará EE.UU- ya que ambos se presumen más fuertes que cualquiera de sus posibles rivales que saldrán del choque previo (17.00 horas) entre Lituania-China

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